Historias De Prensa "Con Ellos, LLegó La Salsa" Publicado en Julio de 1984

Nació en el Caribe y se ha puesto de moda en el mundo desde que la exporta Nueva York


Articulo Por: Antonio Gómez, (El Pais Edicion Global "España" 08/07/1984)

Antes de que la salsa fuera bautizada así ya existían los ritmos latinos. Tenía su origen primero en Cuba, en el son y el danzón, la rumba, el bolero, la guaracha y el guaguancó, y se ramificaba en formas musicales nacidas en otros países centroamericanos: el merengue, la cumbia o la bomba, dando origen a ritmos de nuevo cuño, desde el mambo al chachachá. Sus instrumentos básicos eran los timbales, las tumbadoras, los bongos, el guiro, las maracas o las claves. Ritmos e instrumentos que tocaban figuras ya míticas, como Antonio Arcaño y sus Maravillas, la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera -con Celia Cruz-, Miguel Matamoros con su trío y la Orquesta de Enrique Jorrin, entre muchos otros.

Pero la fiebre latina comenzó a extenderse por el mundo desde Ámerica del Norte. Los primeros percusionistas cubanos se intalaron en el jazz a través del be-bob. Así ocurrió con Chano Pozo, que tocó con Dizzy Gillespie cuando el gran jazzmen americano se interesó por los sonidos latinos, o Machito, el as de la rumba, que murió el año pasado después de haber organizado las más importantes orquestas de jazz-latino, el término que inventó Mario Bauzá, director musical del grupo Afrocuban, en los años cincuenta. Y estaban también Tito Puente, Benny Moré, Mongo Santamaría, Pérez Prado, Curret Alonso y Tito Rodríguez.

Eran los tiempos en que Hollywood se interesaba por abrir mercados y llenaba sus películas de hispanos de guardarropía. Las orquestas latinas amenizaban bailes, fiestas y saraos, y de cuando en cuando se reunían en el mítico Paladium, la sala de baile de la calle 53 de Nueva York.

La salsa nació en Nueva York
Pero aquello todavía no era salsa. La salsa es un invento típicamente neoyorkino, fruto de la influencia de todos esos músicos anteriores, de la existencia de una juventud de origen latino nacida, o residente en Nueva York, en barríos marginales de los que la salsa es la mejor expresión, y de dos hechos aparentemente contradictorios: el exilio producido por la revolución cubana y la toma de conciencia de las minorías raciales norteamericanas.De Cuba llegó Celia Cruz, que ya había sido famosa en su país como cantante de la Sonora Matancera, y se integró en la música latina neoyorkina como la reina que era. En Nueva York surgían nuevos instrumentistas y cantantes que ya no podían pasar por alto un ritmo de la ciudad que se unía al heredado de sus antepasados.

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